Por aquí venimos hoy con una nueva receta, de lasaña de calabaza y espinacas, con queso ricotta y nuez. Es una lasaña sin pasta, ya que las láminas las hacemos con la propia calabaza. Una combinación de sabores muy rica y sorprendente.
Ingredientes:
- Calabaza
- Espiancas frescas
- Ricotta
- Nueces
- Aove
- Nuez moscada
- Sal y pimienta
Elaboración:
Cortamos finas láminas de una calabaza, que serán nuestras “placas” de lasaña. Nosotros las cortamos usando una mandolina, os pongo el link a Amazon al final, pero se puede hacer a mano con un cuchillo muy bien afilado y paciencia.
Ponemos las placas de calabaza en el horno a 180 grados, hasta que estén ya hechas. El tiempo puede variar en función de tu horno, y de lo gruesas o finas que sean tus láminas, pero entre 20 y 40 minutos deberían estar listas. Es importante ir vigilando para que no se quemen.
En una sartén con un poco de aceite, ponemos las hojas de espinacas con un chorrito de agua y dejamos que se cuezan. Las sacamos, las escurrimos y las aplastamos un poco. Añadimos ricotta al gusto, nuez moscada y salpimentamos.
Montamos la lasaña. Para ello ponemos una lámina de calabaza, cubrimos con las espinacas y repetimos hasta terminar. Al final, añadimos unas nueces por encima.